Autor: José Manuel Villaseñor, Partner de Cezanne HR
Propongo no dejar para mañana lo que puedes y debes empezar a hacer hoy. Innovar, por ejemplo, debe estar siempre en el punto de mira de cualquier acción que emprendas. Hay que apostar por la comunicación de tú a tú, para que realmente se pueda trabajar en equipo y pensar de manera corporativa. Identificar el talento y ser flexible, también son dos elementos que ayudarán a mejorar los ratios de eficiencia de nuestra organización. Pero sobre todo, una cosa importante sobre la que debemos tomar conciencia es que hay que perderle el miedo a poner en práctica nuevos enfoques. Esto sin duda, cobra aún más importancia, en el momento transformador que estamos viviendo con la transición de lo analógico a lo digital. Pero, vayamos por partes:
En cuanto a la innovación, una palabra que utilizamos casi por inercia, en recursos humanos, debe ayudar a generar y compartir ideas nuevas, modelos de trabajo más colaborativos, fórmulas de aprovechamiento de los recursos, modos de mejorar el rendimiento de los empleados a través de estrategias que permitan al mismo tiempo aumentar su motivación, por ejemplo. La tecnología, sin duda, impulsa la búsqueda de nuevos retos y, sobre todo, pone al alcance las herramientas necesarias para llevarlos a la práctica.
Si hablamos de comunicación o, mejor dicho, de facilitar la comunicación interna, las empresas deberán favorecer las relaciones fluidas, directas y rápidas. Pero además se deberán aportar elementos diferenciadores para poner en valor la capacidad de sus equipos, de nuevo, para favorecer la relación colaborativa y de intercambio de información, y una visión más constructiva de su trabajo. Participación y transparencia, un buen tándem para avanzar en la senda del éxito.
Innovar e intercambiar opiniones, está bien, pero ¿cómo identificar el talento? Una organización compuesta por mediocres o profesionales desmotivados, no resulta eficiente. En este punto, predicar con el ejemplo, es un buen consejo. Si quieres empleados implicados, las capas directivas deberán mostrar altos niveles de implicación y compromiso. Pero también es importante no sólo respetar, sino mejor aún, apostar por la diversidad. Equipos heterogéneos fomentan la retroalimentación y enriquecen el pensamiento creativo y, de nuevo, la innovación. Mi consejo: apostar por las habilidades colectivas, las del equipo, haciendo que cada miembro del mismo sea capaz de completar al otro.
Y, ¡cómo no! flexibilidad. No sólo en los horarios, sino en la rotación de los roles y tareas, en la conciliación y en el equilibrio entre la parcela profesional y la personal.
Para terminar he dejado para el final, lo que considero que cuesta más. Perder el miedo a hacer las cosas de otra manera. ¡Fuera las corbatas y los trajes de marca! Es una manera de decir que hay que buscar la cercanía, la cordialidad, la empatía…
Por lo tanto, flexibilidad, innovación, comunicación, colaboración, etc. son algunas de las cuestiones sobre las que deben apoyarse las organizaciones para buscar la eficacia. En este sentido, será tarea de recursos humanos proporcionar a sus managers, las estructuras y herramientas necesarias para impulsar el cambio, garantizando que las personas apropiadas están en los puestos adecuados, que se gestionan en función de los objetivos establecidos y que la medición acertada del desempeño, permite recompensar o ayudar a mejorar a todos los miembros del equipo. ¿Cómo hacemos esto sin un software de gestión que nos facilite la información necesaria y nos de el tiempo extra que necesitamos para pensar en soluciones estratégicas, en lugar de solventar cuestiones administrativas? Déjame que responda. Sencillamente, no se puede.
Artículo publicado en la revista digital RRHH Digital (29/09/2015)