Cezanne HR

RRHH y la eficacia de las bonificaciones económicas

work employee cash bonus

¿El dinero es el rey en tu empresa? No es ningún secreto que el uso de bonificaciones económicas sigue siendo un método habitual para motivar a la plantilla.

De hecho, a pesar de la difícil coyuntura financiera, parece que las bonificaciones económicas siguen siendo el modelo preferido para alentar el rendimiento. Cuando hablamos de empresas que comercializan artículos de gran valor o que tienen empleados con objetivos basados en la rentabilidad, una prima económica se considera la manera “tradicional” y más extendida de incentivar a la plantilla. Y, por supuesto, con la crisis que vivimos y que afecta al coste de la vida, ¿quién rechazaría la idea de ingresar un dinero extra en su cuenta bancaria?

Sin embargo, la otra cara de la moneda -no es un juego de palabras- las bonificaciones económicas pueden ser totalmente ineficaces si los empleados encuentran dificultades permanentemente para alcanzar sus objetivos. O si el problema estriba en la imposibilidad de conciliar su vida personal y laboral.

¿Las bonificaciones económicas motivan o no?

Una empresa puede pensar que tiene un plan de bonificaciones atractivo. Pero si un trabajador tiene más posibilidades de ganar la lotería que de alcanzar su objetivo de bonificación, seguramente, acabará limitándose a hacer únicamente, lo que se le exige por contrato. O, lo que es aún peor, quizá optará por marcharse a otra empresa en la que sí tenga posibilidades reales de alcanzar esas bonificaciones económicas.

Por otro lado, también nos encontramos algunas veces con primas que acaban siendo una especie de elemento desmotivador. Sobre todo, cuando se prolongan durante mucho tiempo y acaban haciendo que los empleados se acostumbren a recibir dinero por un esfuerzo adicional. En el peor de los casos, pueden crear un ambiente negativo, incluso, tóxico, cuando la plantilla se mueve única y exclusivamente para alcanzar sus objetivos de bonificación.

Por lo tanto, es un tema difícil para muchas organizaciones. Pero no por ello menos importante. Si tu empresa depende de los planes de  incentivos económicos para motivar a los empleados, ¿cómo pueden garantizar las áreas de RRHH que se gestionan de forma eficaz? ¿Y qué pueden hacer para que, de verdad, inspiren a los trabajadores para superar sus expectativas?

Se me ocurren algunas cosas:

Compromiso directo con los empleados

Si tu empresa cuenta con un sistema de bonificaciones económicas (ya sea un bonus al final de año o incentivos por objetivos), pregúntate si realmente están ayudando a motivar a la plantilla

Consultar este tema con tus empleados, puede ser importante. Para empezar, si quieres saber si tu plan de bonificaciones es adecuado, pulsa la opinión de tu plantilla con una Encuesta de Clima. Analizando sus respuestas podrás descubrir, realmente, lo que piensa la gente respecto al tema. Podrías hacer preguntas como estas:

Estas sencillas preguntas te ayudarán a identificar problemas potenciales en tus sistemas de bonificación. Problemas que podrían estar obstaculizando el compromiso de las plantillas. Las respuestas que obtengas te ayudarán a perfeccionar las estrategias de compensación actuales. O a elaborar planes diferentes, por ejemplo, un sistema basado en el reconocimiento o en los méritos.

Analiza los datos de tu plantilla

Los datos de tu plantilla también ofrecen indicios, pistas clave para saber si tu plan de bonus está funcionando como quieres. Por ejemplo, ¿encuentras en los datos de RRHH un patrón de abandono de la empresa una vez que se han pagado las primas?

Los empleados que se desvinculan de sus funciones o que piensan en cambiar de trabajo suelen hacerlo después de recibir su bonus anual. Pero, si esto se convierte en algo habitual, tu empresa saldrá perdiendo. Por un lado, por el dinero empleado en el pago de las bonificaciones económicas. Y, por otro, por el coste que implica reemplazar a los que han decidido “coger el dinero y correr”.

Además, debes tener en cuenta la composición demográfica de la plantilla. Las primas económicas pueden parecer una manera perfectamente razonable de impulsar el rendimiento. Pero, hay pruebas fehacientes que demuestran que los millenials o la Generación Z se mueven por otras motivaciones.

Define claramente objetivos y criterios de calificación del plan de bonus

Si utilizas la perspectiva de las bonificaciones económicas para animar a tu gente a trabajar más, es fundamental que establezcas objetivos claros. Y que definas los criterios de calificación, con el mismo nivel de nitidez.

En la medida de lo posible, establece objetivos de rendimiento que se ajusten a los objetivos generales de tu empresa. Y determina los diferentes criterios que se utilizarán para evaluar quién recibe una prima económica y quien no.

Un software de gestión del desempeño facilita esta tarea. Uno como Cezanne HR, proporciona a los directivos, además, las herramientas que necesitan para establecer los objetivos de rendimiento, programar las evaluaciones, crear planes de desarrollo y supervisar el progreso. Impulsa la transparencia del proceso y garantiza que todo el mundo tenga claro lo que se espera de ellos.

Un software de gestión del desempeño ayudará también a los empleados a seguir y actualizar sus propios objetivos SMART. Si los empleados pueden registrar los objetivos alcanzados y ver su progreso respecto a los criterios de calificación es más fácil que se mantengan centrados en sus objetivos prioritarios. Y, también en los objetivos de la empresa.

Además de los objetivos relacionados con el trabajo, puedes incluir otros criterios basados en los valores de la empresa o en la cultura corporativa. Los empleados que muestren los valores y comportamientos que se consideran fundamentales para el éxito pueden ser activos vitales para el negocio. Así que piensa si deberían ser también bonificados.

Analiza, evalúa y mejora

Una vez que hayas puesto en marcha tu programa de bonificación, analiza periódicamente sus efectos en la plantilla y en la empresa. En concreto, haz seguimiento de los resultados de tu plan de primas económicas respecto a los objetivos SMART establecidos para los empleados. Y mantente siempre alerta para revisar y/o adaptar tu programa a las condiciones comerciales del negocio. Si las circunstancias cambian, también habrá que reajustar los objetivos.

Además de los datos estadísticos que recibas de los equipos financieros, sigue utilizando las encuestas de opinión o los grupos de debate de los empleados para recabar su opinión de forma continua. De este modo, podrás saber si los cambios que apliques para mejorar el sistema de bonificaciones económicas tienen realmente el efecto que persigues. O si, por el contrario, están sembrando la semilla del descontento.

 

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