La dinámica de la empresa ha cambiado gracias a las tecnologías emergentes: nuevas formas de trabajar más inteligentes, más colaborativas, más sociales y, sobre la base de la movilidad generan una cantidad de información hasta el momento nunca vista. Información que se crea a un ritmo vertiginoso y que, si se explota de manera conveniente, es, sin duda, una ventaja. Desde luego, estos nuevos modelos de trabajo suponen un importante impulso para la productividad y la eficiencia empresarial.
Tecnologías para un nuevo entorno laboral.
Es, precisamente, en esta re-formulación de los modelos de trabajo más ágiles donde la tecnología muestra su gran capacidad disruptiva para acabar con fórmulas que han quedado obsoletas y que se muestran, cada vez, más inadecuadas. Y lo hacen en favor de las nuevas formas de trabajo que benefician tanto a la organización como a las personas que se mueven en torno a ella.
De hecho, algunos investigadores aseguran que la adopción de un modelo de trabajo más inteligente y estructurado implica un aumento significativo de la productividad de cada empleado, lo que supone, al tiempo, un gran ahorro para las arcas corporativas. Simplemente permitir que un colaborador trabaje un día a la semana desde casa hará que su implicación con la organización sea mayor ya que habrá podido ahorrar hasta 40 horas de viaje al año.
Según estudios publicados por la consultora IDC, para 2023 dos tercios de la fuerza laboral en Europa no tendrán limitaciones de ubicación o tiempos de trabajo. En este sentido, es importante señalar que también la legislación laboral deberá adaptarse para dar respuesta a estos nuevos requerimientos relacionados con la flexibilidad laboral.
Pero, sin dudas, el mayor cambio en el panorama empresarial deberá ser cultural. Es decir, dejaremos de mirar las horas trabajadas y empezaremos a poner el foco, realmente, en los resultados obtenidos. Será un cambio lento, aunque, está claro que ya ha empezado a ponerse de moda: en España hay ya muchas organizaciones que practican esta flexibilidad laboral y permiten a sus empleados trabajar algunos días en remoto. El trabajo inteligente, como lo hemos llamado, no siempre está regulado a través de un acuerdo formal entre empleado y empleador. Con frecuencia se trata de una práctica que se implementa de una forma natural en el contexto de un equipo, entendiendo que aquellos que trabajan de una manera flexible por regla general suelen mostrar un mayor entusiasmo y compromiso con su trabajo. Recuerda que estamos en la era del Employee Centric y que, la satisfacción del empleado cuenta mucho más de lo que te imaginas.
Por otra parte, en una encuesta realizada por One Poll, solo una mínima parte de los entrevistados -apenas el 3,6%- mostraba ciertas reticencias a estas fórmulas de trabajo que consideraban una clara amenaza para la organización. Justificaban su opinión asegurando que algunas tecnologías son muy difíciles de aplicar y de utilizar y, por lo tanto, acaban percibiéndose más como un obstáculo para el crecimiento que como un revulsivo. Un porcentaje de escépticos tan bajo muestra que las organizaciones están preparadas para dar el salto.
Que necesitas
Disponer de toda la información necesaria para trabajar y estar siempre en contacto con los equipos y compañeros de trabajo, incluso habiendo cientos de kilómetros de distancia, es un punto de partida esencial para optar por este tipo de soluciones. Las compañías que invierten en el trabajo flexible y ágil confían en soluciones tecnológicas innovadoras y colaborativas y por hacer“desaparecer” los puestos y espacios de trabajo individuales en beneficio de las salas de reuniones y videoconferencias.
También en estos casos, la innovación tecnológica se presenta como una palanca de cambio, permitiendo que el entorno laboral proporcione e incluso apoye esos modelos y hábitos tan arraigados en nuestra vida cotidiana como puede ser el acceso a toda aquella información que nos concierne o interesa, desde cualquier lugar y en cualquier momento, incluso a desde nuestro propio teléfono móvil. El entorno de los Recursos Humanos también busca equiparse de esas herramientas que permitan a cada colaborador estar siempre conectado con sus colegas y tener un acceso permanente y constante a la información que necesita: tiempo de asistencia, registro de informes de gastos con una simple foto del recibo, solicitud y aprobación de ausencias con un solo clic en el móvil, etc.
¿Cómo reaccionan los recursos humanos?
Con toda esta información sobre la mesa, no es de extrañar que las áreas de gestión de recursos humanos de las medianas y grandes empresas hayan aumentado sus inversiones en soluciones digitales para la gestión de las personas. Iniciativas que apoyan con nuevas inversiones en la capacitación de los recursos con los que cuentan y en la selección de nuevos talentos con las habilidades que necesitan. Está claro que la formación en tecnologías innovadoras es imprescindible para gestionar de manera eficiente y rentable tanto los recursos humanos como los procesos organizativos.
Por lo tanto, hoy en día, uno de los puntos donde se debe centrar la atención es en el desarrollo de nuevas habilidades digitales: según la Comisión Europea, 9 de cada 10 puestos de trabajo en la actualidad requieren algún tipo de competencia digital; Los recursos humanos no pueden ignorar este hecho, por lo que deben trabajar para llevar la capacitación necesaria a la empresa, actualizando constantemente las habilidades en el corazón de la agenda de recursos humanos.
Son precisamente los recursos humanos los que pueden y deben guiar la transformación ágil de la organización empresarial: la capacitación y la evaluación se modifican para adaptarse a las nuevas dinámicas de trabajo.
Las nuevas herramientas disponibles, cuando están bien explotadas por el departamento de recursos humanos de la empresa, son una ventaja para toda la organización: la administración tiene datos más precisos que analizar y comprender el funcionamiento de la empresa y el empleado la capacidad de configurar nuevas formas de trabajar más compatibles con un buen equilibrio entre la vida privada y profesional.
Por lo tanto, Recursos Humanos debe poner atención no solo a la adquisición de nuevos talentos, sino también a su retención y fidelización: ofrecer un entorno de trabajo inteligente, en el que se invierta en el bienestar de los empleados. Es esencial crear entornos de trabajo cada vez más flexibles y apostar por equipos satisfechos e involucrados.
Cristina Del Amo
Soy periodista, empresaria, emprendedora y madre. Licenciada en Ciencias de la Información por la Univ. Complutense de Madrid y Máster en Gestión Comercial y Marketing, por la Escuela de Negocios ESIC, mi trayectoria profesional está ligada al entorno de la comunicación, la gestión empresarial y los recursos humanos.