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Cinco formas de apoyar a los empleados que están bajo presión

Piensa por un momento, ¿cuál fue la última vez que sentiste la presión sobre tus hombros? Quizá tratando de terminar un proyecto con fechas muy ajustadas, o tal vez cuando asumiste una carga de trabajo adicional por falta de recursos. Creo que algunas personas funcionan -funcionamos- mejor bajo presión porque se incrementan los niveles de motivación y muchas veces, el rendimiento es mejor.

Pero, mantener un alto nivel de presión de manera continua durante un período largo de tiempo puede provocar no solo estrés sino el agotamiento extremo de los empleados y, en algunos casos, incluso, serios problemas de salud como la depresión o la ansiedad. Por lo tanto, cuando la situación, por lo que sea, aumenta la presión es importante sentir el respaldo de la organización y tener claro que esta toma en consideración las críticas o sugerencias para mejorar.

Entonces, ¿qué crees que puede hacer Recursos Humanos para apoyar a aquellos empleados que son una olla a presión?

Construir una atmósfera de apoyo

A menudo, son las pequeñas acciones las que más cuentan. Un equipo que se enfrenta a una crisis apreciará, por ejemplo, que un veterano muestre un interés activo, brinde una guía clara sobre qué hacer e incluso se “remangue” para echar una mano. Las personas que están trabajando contra fechas límite aparentemente imposibles de cumplir necesitan que alguien se dé cuenta de que no han tenido tiempo para comer y pida unas pizzas.

Piensa en cómo se pueden implementar mecanismos de apoyo y anima a las personas de toda la empresa a desarrollar un sentimiento compartido de responsabilidad  El apoyo «en el momento exacto» ha demostrado ser muy valioso, por lo que las organizaciones deberían ser facilitadoras y brindar al personal la oportunidad y el espacio necesario para acceder al apoyo de sus pares. La organización benéfica de salud mental MIND recomienda espacios en los que el personal pueda compartir sus preocupaciones cuando están bajo presión, ya sea una sala de reuniones, un rincón privado o un área para tomar un café.

Ayudar a los empleados a mantener el equilibrio.

Los empleados tienen más probabilidades de prosperar en una cultura que apoya el trabajo flexible y tiene en cuenta sus prioridades, situaciones y la forma en la que sienten que funcionan mejor. Junto con el trabajo flexible, también existe la oportunidad para que las organizaciones promuevan actividades que podrían alentar a las personas a mantener una perspectiva y estilo de vida equilibrados que incluyen iniciativas de alimentación saludable, clases de yoga o diferentes actividades deportivas, clubes de lectura y de música, o participación en iniciativas de RSE, como ayudar en organizaciones benéficas locales o proporcionar asesoramiento a otras personas que lo necesiten.  Recursos humanos puede solicitar financiación para poner en marcha iniciativas internas, comunicarse con organizaciones locales que necesiten ayuda y, por supuesto, invitar a compartir  ideas o publicitar actividades y resultados positivos a través de su portal de recursos humanos .

Decir que está bien desconectarse del trabajo también es importante. En nuestra cultura moderna, «siempre activa y conectada», puede ser difícil dejar el trabajo en la puerta de la oficina. Ahora podemos revisar los correos electrónicos antes de ir a la cama en nuestros teléfonos inteligentes o recibir llamadas cuando estamos de vacaciones. El departamento de recursos humanos puede hacer su parte, explicando que el tiempo de inactividad es importante y desalentando las comunicaciones fuera del horario (salvo en situaciones de emergencia); algunas organizaciones han ido tan lejos como para prohibir que los empleados envíen correos electrónicos fuera del horario laboral.

Comunicar un propósito claro.

Algunas empresas tienen un propósito claro que es fácilmente identificable y comprensible para las personas que trabajan en ellas.  Sin embargo, esto no es lo que sucede en todas las empresas. Comunicar claramente el propósito y la visión a los empleados les ayuda a comprender lo que están haciendo y a entender cómo su contribución personal encaja en el panorama general. Esto es particularmente importante en tiempos difíciles, cuando las personas necesitan algún tipo de «punto de referencia» para ayudarles a enfrentar el cambio y la ambigüedad.

Desarrollar habilidades y confianza.

Brindar oportunidades para que las personas aprendan y crezcan es una parte importante para ayudarles a sentirse preparados para enfrentar la presión. Pero, la realidad es que mientras que algunos empleados prosperan cuando se les “lanza al abismo”, lo cierto es que la mayoría de ellos no lo hace de manera autónoma. Los managers, deben, por tanto, ayudar a las personas de su equipo a desarrollar confianza, identificando las necesidades de capacitación individuales y ayudando a las personas a mejorar sus habilidades a través del apoyo y desarrollo apropiados. Esto no tiene por qué significar que haya que enviar a las personas a cursos de capacitación costosos: la formación, el asesoramiento, el mentoring o los intercambios de trabajo son formas efectivas de ayudar a las personas a desarrollar sus habilidades y ayudan a crear un sentido de comunidad y responsabilidad compartida al mismo tiempo.

Asegurar conversaciones regulares.

Las personas manejan la presión de diferentes maneras y no siempre es obvio para los managers que puedan tener dificultades. La creación de una cultura de reuniones informales frecuentes, respaldada por revisiones de desempeño más regulares y estructuradas, puede ayudar a los managers a identificar a los miembros del equipo que están bajo estrés y no se las arreglan bien. El solo hecho de reservar tiempo para hablar con ellos y darles la oportunidad de expresar sus preocupaciones y explicar adecuadamente lo que está sucediendo puede suponer una gran diferencia.

Las organizaciones que invierten tiempo en comprender la presión que enfrentan sus empleados y en desarrollar estrategias para ayudarles a sobrellevar la situación crearán un entorno laboral más saludable y una fuerza laboral más resistente, comprometida y, en última instancia, más productiva. La clave es saber qué tipo de iniciativas funcionan mejor en tu negocio y responder con flexibilidad según la situación.

¿Cómo has apoyado a tu personal en momentos de máxima presión? Nos interesaría escuchar lo que funcionó bien para ti.

Cristina Del Amo

Soy periodista, empresaria, emprendedora y madre. Licenciada en Ciencias de la Información por la Univ. Complutense de Madrid y Máster en Gestión Comercial y Marketing, por la Escuela de Negocios ESIC, mi trayectoria profesional está ligada al entorno de la comunicación, la gestión empresarial y los recursos humanos.

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