El aislamiento y la soledad son algunas de las principales batallas a las que se enfrentan los trabajadores remotos. Estos sentimientos pueden tener un impacto significativo sobre su salud mental. Y, precisamente son los empleados que trabajan en remoto por primera vez debido al COVID-19, los que pueden ser más susceptibles a padecer alguna de estas sintomatologías. Hay que reconocer que para las personas que están acostumbradas a trabajar codo a codo con sus colegas puede ser complicado enfrentarse a este aislamiento laboral.
Pero el trabajo remoto, en realidad, no es tan nuevo. De hecho, hay muchos profesionales, como los astronautas, bien acostumbrados en trabajar de forma aislada durante largos períodos de tiempo. Recursos humanos puede encontrar ideas interesantes para apoyar a su fuerza laboral en la lucha contra la soledad y el aislamiento del trabajo remoto mediante el estudio de profesiones en las que, habitualmente se trabaja en remoto.
1. Conductores de camiones de larga distancia: trabaja con un acompañante.
Aparte de los saludos a extraños durante las paradas en boxes, los conductores de camiones de larga distancia están bastante aislados, ya que pasan la mayor parte del tiempo en carretera, lejos de sus familias y del contacto o la relación con otras personas. Duermen, comen y trabajan en sus camiones, recorriendo largas distancias durante semanas o meses seguidos. Entendiendo esta situación, no sorprende que la soledad sea la causa número uno de los trastornos de salud mental entre los conductores. En el mismo sentido, las personas que trabajan desde su casa ahora tienen que lidiar con trabajo, tareas domésticas, relajarse y socializar, todo dentro de los límites de sus hogares, algo que puede hacer que el entorno se convierta en algo, verdaderamente agobiante.
Con horarios irregulares, viajes constantes y falta de interacción social, tener un compañero de viaje con el que charlar y compartir impresiones o hacer turnos para conducir, puede ser una manera efectiva de combatir la soledad. Cuando esto no es posible, hay quienes buscan la compañía de sus mascotas.
RR.HH. puede recrear esto para su fuerza de trabajo remota, animando a las personas a que se pongan en contacto o trabajen en pareja, siempre, claro, que el trabajo lo permita, conectándose a través de canales de comunicación digital. Darles a los empleados la sensación de que no están aislados de su equipo mientras trabajan desde casa y tener a alguien que les controle (y viceversa) puede ayudar a aliviar el sentimiento de aislamiento. Y si tienes empleados que viven solos o sin mascotas, hay iniciativas tan curiosas como esta que ofrecen la oportunidad de incluir a los animales en las reuniones de videollamadas para aliviar el estrés.
2. Exploradores polares: cuando sientas emociones negativas, muéstrate más activo
Los estudios psicológicos en las regiones polares nos han dado grandes ideas sobre cómo los cambios estacionales afectan a nuestra salud mental. Aislado en entornos hostiles, con falta de infraestructura y contacto humano, y suministros limitados, no es de extrañar que algunos exploradores polares, en el pasado y también ahora, tengan problemas de salud mental.
Para agregar a una situación ya estresante, las personas tienden a mantener sus emociones, especialmente cuando son negativas, para sí mismas. El almirante John Ross vio esto desde el principio con su tripulación polar en el año 1830; así que instó a su equipo a escribir diarios y se aseguró de que se mantuvieran ocupados con diferentes actividades que les distrajeran del pensamiento negativo. Guardarse las emociones negativas para uno mismo generalmente es una mala práctica que acaba impactando drásticamente sobre la salud y la productividad del trabajador.
Aprendiendo de los desafíos que los exploradores polares han superado, RR.HH. puede enfatizar en sus negocios por qué los empleados remotos necesitan tener trabajo suficiente (e interesante) para mantener a raya el aburrimiento, así como disponer de canales y herramientas de soporte claros y precisos. Un software de gestión de recursos humanos es clave. También es esencial asegurar que los managers tengan suficiente capacitación para detectar signos de mala salud mental, para que puedan intervenir cuando sea necesario.
3. Guardas forestales: conocerse a uno mismo y a entorno.
Proteger la vida silvestre no sólo es un trabajo extremadamente peligroso, sino que también es una profesión muy solitaria e infravalorada. Proteger a los animales en peligro de los cazadores furtivos ilegales, estar mal equipados, mal entrenados y alejados de sus familias, junto con muchos otros factores, hace que los guardas forestales sean muy susceptibles al estrés y al agotamiento, lo que conduce a otros graves problemas de salud mental.
Los psicólogos están tratando de ayudar a los guardas forestales a mantener su salud mental a través de técnicas de terapias narrativas – hablando de sus experiencias a través de historias para entender mejor lo que están pasando-. También están proporcionando formación a los guardas forestales sobre cómo y por qué su cuerpo reacciona al trauma, un desencadenante común de los trastornos de salud mental entre estos profesionales, lo que les permite hacer un mejor balance de sí mismos y de su entorno.
Durante la COVID-19, los empleados pueden estar experimentando altos niveles de estrés y ansiedad, no sólo relacionados con el trabajo en casa, sino también con otros factores externos como la preocupación por los parientes vulnerables, la ansiedad por el constante flujo de noticias negativas, etc. Recursos humanos puede aprender también del apoyo que se presta a los guardas forestales proporcionando a los empleados información útil sobre la forma en que pueden gestionar mejor su propio bienestar, así como manteniendo a la gente informada sobre lo que sucede en la empresa. Cuando la gente tiene una mejor comprensión de lo que está sucediendo con ellos mismos y con su entorno, sienten que todo está bajo control y pueden manejar también mejor sus emociones.
¿Conoces alguna profesión concreta en la que se trabaje aislado y de la que hayas aprendido algo que puedas aplicar al entorno de tu negocio? ¿En quién crees que podríamos inspirarnos?
Cristina Del Amo
Soy periodista, empresaria, emprendedora y madre. Licenciada en Ciencias de la Información por la Univ. Complutense de Madrid y Máster en Gestión Comercial y Marketing, por la Escuela de Negocios ESIC, mi trayectoria profesional está ligada al entorno de la comunicación, la gestión empresarial y los recursos humanos.