Muchas empresas siguen lidiando con el agotamiento de sus empleados y el estancamiento de su productividad. La idea de la semana laboral de cuatro días vuelve a sonar con fuerza. En España, ya hay prueba piloto.
Empleados y empleadores insisten en la importancia de la flexibilidad laboral. El impacto de los incentivos, más allá de los económicos, es relevante sobre la productividad. Por eso, se siguen buscando fórmulas que convenzan a unos y a otros. La semana laboral de 4 días es una iniciativa que ya está sobre la mesa.
La idea es sencilla: empleados que trabajan cuatro días a la semana. Mismo sueldo, mismos objetivos, mismos beneficios y misma carga de trabajo. Eso sí: menos reuniones, menos tareas irrelevantes, menos ineficiencia.
La semana laboral de cuatro días se presenta como el futuro de la productividad de los empleados, Y como la fórmula perfecta para equilibrar vida laboral y personal. Quienes defienden la semana laboral de cuatro días dicen que aumenta la motivación y el compromiso de los empleados. Y, sí, también, aumenta la productividad individual y corporativa.
Por eso, sindicatos de toda Europa están pidiendo a los gobiernos que implementen este modelo de trabajo. Bélgica, Reino Unido, Escocia, Gales, Islandia, Suecia y, hasta, España han implementado o aprobado proyectos piloto. En cada país con resultados o expectativas diferentes.
Semana laboral de 4 días ¿problema o solución?
Entonces, es oficial: reducir a 32 horas semanales la jornada laboral es el objetivo. En ese caso, las organizaciones y sus áreas de RR.HH. deberán priorizar el cambio a la semana laboral de 4 días. Y, con ello, disfrutar de todos los beneficios que parece que apunta este modelo laboral. ¿Verdad?
Bueno, lo que parece claro es que las ventajas suenan muy bien. Especialmente, al principio y sobre la teoría. ¿Quién no querría trabajar un día menos por el mismo salario? Sin embargo, implantar la semana laboral de 4 días no es la panacea. No resolverá todos los problemas asociados a la baja productividad. Ni evitará que la gente se estrese o sufra el síndrome de burnout o cualquier otro problema relacionado con la salud mental.
La semana laboral de cuatro días, no es para todos
Hay empresas que requieren presencia toda la semana: transporte público, logística, minoristas, servicios de emergencia, … En estos casos, la semana laboral de cuatro días no es viable. O, cuanto menos, implicaría que los empleados hicieran turnos adicionales o demasiadas horas extras para compensar el día menos. ¿Qué quiere decir esto? Básicamente que, aunque se trabajaran menos días, habría que aumentar las horas trabajadas cada jornada. Es decir, una solución, potencialmente costosa.
Trabajar solo cuatro días a la semana suena atractivo como concepto. Pero, podría ser agotador. Y, finalmente, acabar produciendo, justo el efecto contrario al que se persigue: más estrés, menos productividad, mayor desvinculación, …
Esta situación obliga a las empresas y a sus áreas de RR.HH. a enfrentarse a un gran dilema. Por un lado, “apuntarse el tanto” de regalar a los empleados un día adicional de descanso y abandonar la rutina de oficina convencional de lunes a viernes. Y, por otro, la una pesadilla logística de mantener el sistema que, potencialmente puede causar los mismos problemas que pretende solucionar.
En resumen, que si estás pensando en proponer la semana laboral de 4 días en tu empresa como idea revolucionaria de RR.HH. aquí te dejo algunas cosas que deberías tener en cuenta:
Involucra a la plantilla desde el primer día
Antes de planificar cualquier iniciativa que afecte a la fuerza laboral, cuenta con los empleados. Averigua qué opinan, cuál creen que sería el modelo más ventajoso, cómo podría implementarse, etc. Esto te dará una pista sobre el interés real que despierta la idea. Prueba con una encuesta de clima para preguntar a la plantilla qué piensan de las ventajas/inconvenientes de implantar la semana laboral de 4 días. Ya sabes, incluye preguntas sencillas que se puedan responder con sí o no:
- ¿Crees que cambiar a la semana laboral de 4 días será bueno para tu salud mental y tu bienestar laboral?
- ¿Crees que cambiar a la semana laboral de 4 días mejoraría la productividad de la empresa?
- ¿Preferirías concentrar las horas de trabajo en 4 días a seguir con la semana convencional de 5?
Estaría bien que incluyeras una última pregunta abierta para que todos puedan explicar sus respuestas. La información que obtengas será clave para saber lo que realmente piensa la plantilla sobre la semana laboral de 4 días.
Se transparente sobre lo que implica la semana laboral de 4 días para todos
Si la plantilla muestra interés por cambiar a la semana laboral de 4 días, explica claramente lo que implicará para todos. Por ejemplo, ¿habrá que hacer más horas al día para compensar el día que no se trabaja? De ser así, ¿cuántas horas se espera que trabajen los empleados cada día? Si la fuerza laboral trabaja, principalmente en un espacio compartido ¿cuántos días a la semana será necesario que la gente acuda al centro de trabajo? ¿Cómo se repartirán los días libres?
Será importante compartir y tratar de responder a todas estas preguntas junto con la plantilla. Cuando los empleados tengan claro lo que implica la semana laboral de cuatro días, deberás empezar a gestionar también tus propias expectativas. Y, entonces, decidir en consecuencia.
Asegúrate de proteger la satisfacción del cliente
El cliente puede ser muy impaciente. De hecho, según un informe publicado por Hubspot el 82% de los clientes espera una respuesta del servicio de atención al cliente de sus proveedores en 10 minutos. Si tus clientes están acostumbrados a un servicio de calidad todos los días, seguramente no se conformarán con un nivel de calidad inferior. Por lo tanto, antes de implementar cualquier cambio en los patrones de trabajo, piensa en cómo podrás cumplir con la obligación de mantener un servicio de atención al cliente de calidad con la semana laboral reducida.
Comprueba si la automatización de procesos es útil
Si después de todo sigue habiendo un interés real por la semana laboral de 4 días, piensa en hacer cambios. Ya sabes, qué puedes hacer diferente para mejorar la productividad durante la semana laboral más corta. Automatizar tareas repetitivas y de escaso valor, ayudará a la gente a que puedan dedicar más tiempo a otras funciones más “estimulantes”. Ya sabes, cosas que, de verdad, aporten valor. Aunque, en todo caso, apuntar a la productividad siempre será la clave.
Por ejemplo, en RR.HH. se pierde mucho tiempo en procesos manuales, tareas que se realizan en papel, impresiones, formularios que hay que completar y revisar, solicitudes de vacaciones o partes horarios, entre otras muchas cosas. Afortunadamente, con un software de recursos humanos podrás automatizar gran parte de los procesos relacionados con la gestión del ciclo de vida laboral del empleado. Esto, sin duda, permitirá que los equipos de RR.HH. se centren a proyectos más estratégicos. Y, que inviertan su tiempo de una manera más eficiente. Un buen argumento para respaldar iniciativas como las de la semana laboral de cuatro días, ¿no crees?
Utiliza los datos de RR.HH. para evaluar el éxito de la iniciativa
Por último, si finalmente apuestas por la semana laboral de 4 días, utiliza los datos de RR.HH. para evaluar el éxito o el fracaso de la iniciativa. Por ejemplo, puedes utilizar las funciones analíticas de tu software de RR.HH. para hacer una inmersión más profunda en busca de patrones de ausencias no justificadas o notificación de bajas por enfermedad durante las pruebas. Esta información indicaría cambios en la salud y bienestar de la plantilla. Y, te ayudaría a confirmar el efecto positivo/negativo que estaría teniendo el cambio de patrón laboral en la plantilla.