Cezanne HR

En Navidad todos nos sentimos mejor (incluso los managers)

Las semanas previas a la Navidad suponen un reto para cualquier gestor de recursos humanos: cenas de empresa, fiestas, regalos, …y es francamente difícil mantener el ritmo habitual de trabajo.

Si tu objetivo es que la productividad permanezca en niveles aceptables, puede llegar a ser bastante irritante ver a tus colaboradores llegar tarde a la oficina, porque la noche anterior estuvieron de fiesta, que se alarga sin fin su hora del almuerzo o que pasan las horas conectados en Amazon encargando sus regalos navideños.

Sin embargo, aunque parezca absurdo, no es malo promover la diversión en Navidad, e incluso, un toque de frivolidad, tampoco está de más: puede ayudar a crear equipo sin perder de vista, obviamente, las tareas importantes que deben realizarse.

Te propongo 5 razones por las que el gestor de recursos humanos debería quitarse el sombrero de Scrooge en Navidad y participar del ambiente festivo. Ya sabes, Ebernezer Scrooge, era el viejo pesimista de mal carácter que odiaba las navidades de la novela de Charles Dickens, Cuento de Navidad. Atento:

Mejorar los vínculos entre compañeros

Organizar una cena de Navidad, decorar la oficina con luces y plantas navideñas, celebrar el amigo invisible o estar atentos al Premio de la Lotería, son cosas que pueden parecer triviales o innecesarias, especialmente si hay plazos importantes que deben respetarse. Pero, estas cosas divertidas y un poco tontas, ayudan a la gente a conocerse mejor y a crear un equipo más compacto y cohesionado. En un ambiente festivo, todo el mundo estará más dispuesto a ayudarse y menos predispuesto a las discusiones cuando la presión se eleve.

Sentirse apreciado

A veces los pequeños gestos provocan grandes reacciones: compartir unas galletas para tomar un café en Navidad, una tableta de chocolate sobre el escritorio, un calendario de Adviento para la oficina o, simplemente, dejar una nota de agradecimiento sobre la mesa, son pequeños detalles que muestran a los empleados el aprecio que les tienes y el valor que otorgas a su esfuerzo. Es algo barato, y, sin embargo, puede marcar una gran diferencia.

Fomentar la participación

La motivación de los empleados siempre es importante, no solo en Navidad, pero si consigues que la gente participe en las iniciativas que pusiste en marcha con motivo de la Navidad, es muy probable que ese efecto positivo, impacte en el inicio del año e, incluso, que se logre establecer una tendencia en la misma línea de participación y cooperación. Hay una cosa muy cierta y es que, aunque tendemos a olvidar lo que nos dicen, es muy difícil olvidar los sentimientos. Por lo tanto, si te las arreglas para crear un ambiente relajado y colaborativo en el que todos se sientan a gusto, estoy convencida de que los empleados se sentirán más comprometidos a participar en nuevos proyectos.

Mejorar la productividad

Si las personas tienen la sensación de que no pudieron disfrutar -como merecían- de las fiestas navideñas, se sentirán frustradas y arrastrarán un resentimiento que les impedirá ser todo lo colaborativos que desearías: empleará demasiado tiempo en quejarse porque no puede hacer un pequeño break para tomar un aperitivo en la oficina con sus compañeros, o porque no puede estirar un poco el almuerzo para ir de compras. Pero si, estás dispuesto a ser un poco más flexible en el horario durante estas fechas (permaneciendo en el trabajo solo hasta que realmente sea necesario o hasta que se termine debidamente un encargo), conseguirás lo que quieres sin molestar a nadie. Dar a la gente el placer de realizar algunas actividades privadas conseguirás por parte de los empleados, el efecto rebote, en forma de reconocimiento al esfuerzo realizado y a la concentración en el trabajo.

Mostrar empatía

A veces, como manager, puede ser útil, “bajar la guardia” y mostrar tu lado más humano: ser comprensivo con alguien que ha llegado tarde del almuerzo por estar atrapado en la cola de cualquier tienda, por ejemplo. Si el trabajo lo permite, puedes ser elástico y permitir llegar por la mañana con un poco más de calma o, incluso, trabajar desde casa, si es que se está, por ejemplo, esperando una entrega de mensajería. Planificar una pequeña celebración para tu equipo, algo sencillo y barato, puede ser muy interesante. En este caso, debes pensar cuidadosamente cuándo hacerla y de qué manera para que todos puedan participar. Una buena opción sería organizar una comida porque las tardes son más complicadas para los empleados con niños o para los que viven lejos de la oficina. Asegúrate además de que todo el mundo está informado para que nadie quede excluido -el portal de recursos humanos puede ser una buena opción-. En cualquier caso, muestra siempre tu entusiasmo por esta iniciativa uniéndote a la diversión será una buena oportunidad para crear relaciones sólidas con tu equipo.

 

 

Cristina Del Amo

Soy periodista, empresaria, emprendedora y madre. Licenciada en Ciencias de la Información por la Univ. Complutense de Madrid y Máster en Gestión Comercial y Marketing, por la Escuela de Negocios ESIC, mi trayectoria profesional está ligada al entorno de la comunicación, la gestión empresarial y los recursos humanos.

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