A por el oro: impulsando el trabajo en equipo en resumen:
- Las empresas pueden adoptar varias estrategias para fomentar el trabajo en equipo. Por ejemplo, revisar y actualizar periódicamente los objetivos del equipo para asegurarse de que siguen siendo claros, relevantes y acordes con los objetivos generales. Esto ayuda a fomentar un sentido de dirección y propósito dentro del equipo.
- En el caso de los profesionales de recursos humanos y los managers, es necesario comprender en profundidad el papel y las contribuciones de cada miembro del equipo para mejorar la colaboración, el autoconocimiento y la responsabilidad. Esto garantiza que todos conozcan sus responsabilidades y cómo encajan en el panorama general.
- Fomenta un ambiente de equipo abierto y solidario que favorezca el intercambio de conocimientos y ofrezca oportunidades para rotar en las funciones de liderazgo, lo que ayuda a mantener el dinamismo del trabajo en equipo y aprovecha las diversas capacidades y perspectivas.
¡En sus marcas! El 26 de julio comienza uno de los acontecimientos deportivos más venerados del mundo: los Juegos Olímpicos.
Los Juegos de este año, que se celebrarán en la hermosa capital francesa, París, contarán con la participación de algunos de los mejores atletas del mundo, que competirán en algunas de las pruebas más duras de resistencia y capacidad física. Pero no sólo se exhibirán hazañas individuales de fuerza y potencia.
Con una gran variedad de deportes de equipo, el público tendrá la oportunidad de presenciar emocionantes pruebas llenas de espíritu competitivo, estrategia y momentos inolvidables de trabajo en equipo.
Y ese elemento de trabajo en equipo es algo de lo que las empresas pueden aprender. Al fin y al cabo, como dice el refrán, «la unión hace la fuerza». Y, aunque pueda sonar como un cliché, es un principio que se cumple… y no sólo en el mundo del deporte. En el mundo empresarial, donde la colaboración y la sinergia pueden impulsar la innovación, la productividad y el éxito, el trabajo en equipo puede ser la clave de un negocio.
Entonces, ¿qué puedes hacer como profesional de RR.HH. para conseguir que los equipos de tu empresa trabajen juntos a un nivel olímpico? Estos consejos le ayudarán a fomentar el trabajo en equipo en tu empresa y a animar a tus equipos a «ir a por el oro»:
Establece un «plan de juego»
Los equipos suelen empezar con un plan de juego sólido, sabiendo exactamente qué quieren conseguir y cuándo. Pero, a medida que pasa el tiempo, esos planes pueden volverse un poco borrosos. Es como cuando intentas recordar por qué entraste en una habitación (o, en mi caso, abriste la nevera): de repente, tu propósito original ya no está tan claro.
Para mantener a todo el mundo en el buen camino, es una buena idea animar a los supervisores directos a que hagan revisiones periódicas para «comprobar» los objetivos de su equipo. Asegúrate de que siguen teniendo sentido y recuérdales a todos para qué están trabajando. Es como pulsar el botón de actualización para mantener a todo el mundo centrado y motivado.
Entiende los roles del equipo
Las investigaciones de Belbin sugieren que las personas que forman parte de un equipo buscan determinados papeles que les resulten «naturales». Por ejemplo, algunos son «coordinadores» o «implementadores», mientras que otros son «especialistas» o «impulsores». Merece la pena ayudar a los miembros de tu equipo a comprender en cuál de los nueve roles de equipo comúnmente aceptados se encuadran y qué implicaciones tiene esto en su forma de interactuar con los demás.
Las personas que tienen claro cuál es su papel y su propósito en el equipo suelen ser más conscientes de sí mismas y más capaces de crear equipos eficaces y excelentes relaciones de trabajo.
Piensa en términos de oportunidades… no de barreras
A veces, a los equipos les resulta difícil completar proyectos o cumplir objetivos porque hay obstáculos que se interponen en su camino. Y no siempre se trata de grandes cosas. Puede tratarse de un pequeño problema de procedimiento o de una simple falta de concienciación entre los compañeros.
Para evitar que esto ocurra, no dejes que tus equipos se estanquen en la rutina de quejarse de lo que se interpone en el camino, pero sin hacer nada al respecto. Anime a su personal a identificar los obstáculos al progreso y ayude a sus superiores directos a encontrar formas creativas de superarlos.
Fomenta el intercambio de conocimientos
A menudo, los trabajadores pueden estar tan ocupados con las tareas cotidianas que se olvidan o no tienen tiempo de compartir información que podría ser valiosa para sus compañeros.
La gente suele tener una actitud de «el conocimiento es poder» y puede ser deliberadamente protectora con lo que sabe. Sus superiores jerárquicos pueden ayudar a evitarlo asegurándose de que los equipos se reúnan periódicamente con el objetivo específico de compartir contactos, datos, ideas útiles y lecciones aprendidas.
Esto no sólo favorece el trabajo en equipo, sino que garantiza que los conocimientos vitales circulen por toda la empresa y no se pierdan para siempre en caso de que el personal clave decida marcharse.
Fomenta un ambiente abierto
Un buen trabajo en equipo será más fácil de conseguir en un entorno en el que se fomente el intercambio de opiniones y se compartan abiertamente los problemas. Es importante que las personas se sientan escuchadas cuando te comunican a ti o a sus superiores directos que las cosas no funcionan tan bien como deberían. Por tanto, intenta crear un entorno de apoyo en el que cualquier preocupación o problema pueda plantearse «con seguridad» y en el que todos colaboren para encontrar una solución.
Un estudio publicado recientemente en la Harvard Business Review muestra que los equipos de alto rendimiento suelen poseer altos niveles de IE (inteligencia emocional) de grupo. Son capaces de colaborar y cooperar más eficazmente porque sus miembros confían los unos en los otros, tienen un fuerte sentido de identidad de grupo y confían en su eficacia como equipo.
Ofrece oportunidades de aprendizaje y fomenta el espíritu de equipo
Los nuevos equipos pueden beneficiarse enormemente de la oportunidad de aprender a trabajar bien juntos, y no simplemente «lanzarse a la aventura» y esperar que todo encaje de inmediato. Por otra parte, a los equipos existentes les resultará útil refrescar sus habilidades de colaboración y desarrollar un conocimiento más profundo de los puntos fuertes y débiles de cada uno.
Existe una amplia gama de actividades de team building que pueden ayudar a conseguirlo: desde retos al aire libre hasta talleres más convencionales. Pero, por supuesto, los equipos pueden desarrollar oportunidades de aprendizaje por sí mismos, sólo necesitan un poco de orientación.
Haz que tus empleados piensen en el tipo de desarrollo que les resultaría más eficaz y anímales a encontrar formas creativas de satisfacer sus propias necesidades de aprendizaje. Un sistema de recursos humanos que incluya un sistema de gestión del aprendizaje integrado es una forma de garantizar que tu empresa sea capaz de adaptar las oportunidades de formación y desarrollo a las necesidades específicas de tus empleados.
Rota el liderazgo del equipo
A veces, un cambio de jefe de equipo puede ayudar a refrescar o acelerar el trabajo en equipo. Naturalmente, esto no es apropiado en todos los casos, pero merece la pena tenerlo en cuenta, sobre todo en equipos que trabajan en proyectos definidos.
Las distintas fases de un proyecto pueden requerir diferentes estilos de liderazgo. Por lo tanto, echa un buen vistazo a las habilidades y cualidades de los miembros de tu equipo y evalúa si puede ser útil cambiar el papel de liderazgo.
Recompensa el buen trabajo en equipo
Por último, reconoce a tus empleados por trabajar de manera constante y sobresaliente en sus equipos y por ir más allá de lo que se espera de ellos.
Sin embargo, hay argumentos para afirmar que si quieres que un equipo trabaje bien junto y genere grandes resultados, tienes que recompensarles como equipo. Los programas de incentivos que recompensan el desempeño individual pueden tener un efecto negativo en el trabajo en equipo. Por lo tanto, revisa tus mecanismos de recompensa para asegurarte de que reflejan el tipo de comportamientos que quieres fomentar y que favorecen el trabajo en equipo.
