No somos solo ingenieros, somos personas trabajando para personas
José Manuel Villaseñor, CEO de Cezanne HR
Hace unas semanas participé en el congreso anual de Factor Humano. Son muchas las reflexiones que me llevo de todo lo compartido durante el encuentro. Pero, sobre todo, me hizo reflexionar unas preguntas que me formularon en el backstage del foro.
Como de CEO de Cezanne HR, me considero, no un proveedor de mis clientes, sino un partner, un socio, un aliado. La pregunta que me lanzaron giraba en torno destacar el factor clave a la hora de elegir un partner para llevar a cabo un proyecto de digitalización de RRHH.
Me resultó imposible determinar solo un factor. En mi opinión son varios los factores a tener en consideración. En primer lugar, que las personas que están detrás de ese proceso de digitalización no sean solo ingenieros informáticos. Es decir, es imprescindible que lo sean, y que sean sobresalientes en su campo, capaces de generar una solución flexible, escalable, integradora, usable. Pero también que tengan una amplia visión y experiencia de consultoría en RRHH, para ir por delante de las necesidades, obstáculos, etc. que se puedan presentar en ese proceso de transformación tecnológica dentro de la empresa.
Deben tener capacidad para aportar una respuesta a cualquier necesidad que surja en el ámbito de los RRHH en el marco de una organización. Y conocer esas necesidades de antemano solo es posible con un background en consultoría de RRHH, más allá del plano tecnológico.
Por otro lado, ese partner ideal no tiene que aportar solo el mejor software, la solución mejor desarrollada adhoc a las necesidades del área de RRHH de una empresa. No vale con entregar la herramienta e irte. Estos procesos de transformación tecnológico suelen generar rechazo. Bueno, este y cualquier cuestión que constituya un cambio en procesos, operativa, ‘reglas del juego’…
En ese sentido, ante un proceso de transformación, ya sea tecnológico, cultural, de la índole que sea… es necesario llevar a cabo una labor de acompañamiento. ¿Cómo se consigue eso? A través de asesoramiento, generando confianza frente al cambio, llevando a cabo una labor de formación y soporte. Estando a disposición del cliente en el momento en el que lo necesite y cuando lo necesite.
En definitiva, e intentando sintetizar todo lo posible, ese partner ideal debe reunir expertise profundo, no solo en su campo concreto de acción, en este caso, la digitalización de procesos, sino también un amplio conocimiento de todos los ámbitos vinculados a la gestión de RRHH. Esa visión debe ir conjugada con implicación, acompañando al cliente en todo el proceso de implementación y puesta en marcha del servicio.
Y es que somos personas que trabajan para personas que a su vez trabajan con personas. En esta línea, el papel que desempeñan las personas en el marco de este, o de cualquier otro desarrollo tecnológico, es esencial.
Son personas las que desarrollan e implementan la tecnología. Una tecnología que no nace para sustituir a nadie, sino para facilitarle la vida.
Un partner tecnológico que trabaja para áreas de RRHH no es ‘una máquina’ que trabaja para para un departamento. Un partner tecnológico son personas que trabajan para personas. Y por mucho que avance la tecnología, al menos, hoy día, esta es incapaz de sustituir las cualidades del ser humano. Por eso, ese partner, nunca debe olvidar esa esencia humana, tanto la propia, como hacia la que dirige su trabajo.
¿Cómo se logra eso? Aquí, volvemos un poco a lo anterior. El partner debe acompañar en el proceso. Tener empatía con las personas a las se les cambia ‘las reglas del juego’. Debe brindar formación, acompañamiento, ayudarles a ver lo positivo de ese cambio, reducir miedos e incertidumbres que se puedan generar… En definitiva, ser COMPAÑEROS de esas personas durante el proceso de transformación.
Podéis ver la entrevista en el siguiente link: https://www.youtube.com/watch?v=QXTXBXoOafo