Hasta hace pocos años, lo primero que escuchábamos cada mañana era la alarma de nuestro despertador. Una alarma, dicho sea de paso, precedida por un incesante tic-tac que acompañaba nuestro sueño durante la noche. Actualmente, el hecho de levantarnos a golpe de alarma, sigue siendo el mismo, aunque ahora, ésta suena desde nuestro teléfono inteligente.
Siguiendo con esta recreación nostálgica, de camino a la oficina, solíamos pasar por el banco a pagar algún recibo o factura a punto de vencer, desplazamiento que hoy evitamos, simplemente deslizando el dedo por la pantalla de nuestra tableta mientras desayunamos.
Podría poner muchos otros ejemplos para ilustrar cómo era nuestro día a día, en los viejos tiempos, sin embargo, creo que sólo con mencionar un par, nos hacemos una idea de los muchísimos aspectos positivos que implica la innovación tecnológica. Hoy por hoy, es innegable que la tecnología forma parte de nuestra vida cotidiana.
¿Por qué es tan importante?
En pleno proceso de transformación digital, hablar de la importancia de la tecnología en el mundo de la empresa o de la Administración Pública se queda corto, porque el paradigma digital y, por tanto, la tecnología, es un elemento clave de la propia sociedad en la que nos movemos. Lo digital ha cambiado la forma de trabajar y hasta la manera en la que nos comunicamos y nos relacionamos con los demás, el modo en el que nos divertimos e, incluso, la rutina de las compras. El entorno profesional no sólo no puede permanecer pasivo ante estos cambios, sino que deberá liderar el proceso transformador, dejando atrás las prácticas y metodologías obsoletas. ¿Acaso te imaginas llegar un día a la oficina y encontrarte a tu jefe o los miembros de tu equipo, utilizando una máquina de escribir en lugar de ordenadores? A mí, se me hace, sencillamente, imposible.
Por supuesto que no se trata de convertirnos en esclavos de la tecnología -aunque hoy por hoy, no sabría decir si esta cualidad de esclavitud, es prácticamente irremediable- sino de obtener el máximo beneficio posible de las soluciones tecnológicas para, por ejemplo, introducir un modo más efectivo de gestionar el trabajo y las personas en nuestra organización.
En general, todos estamos acostumbrados a utilizar los smartphones, las tabletas, y toda suerte de dispositivos móviles en nuestra vida personal. ¿Cómo no hacerlo en el trabajo? Supondría sin duda, una merma en la motivación y, por supuesto, afectaría directamente a la productividad.
¿Por dónde empezar?
En primer lugar, hay que tener una idea clara de todas las opciones que el mercado nos ofrece y de todas ellas, cuál está a nuestro alcance y, cuál puede ser realmente útil ¿para qué vas a comprarte un casco de último modelo si no tienes moto? Por lo tanto, es esencial hacer un análisis cuidadoso y detallado de las necesidades que muestra la organización, cuáles son los puntos fuertes de nuestra gestión, y dónde están nuestras debilidades.
Para empezar, una idea que puede ser interesante es analizar los datos de los que disponemos y pedir a tus empleados que hagan lo mismo. A continuación, cambiad impresiones. De este modo se podría encontrar un punto de partida desde el que empezar a buscar soluciones tecnológicas sobre las que apoyar nuestra gestión o aplicativos que puedan resolver temas concretos.
Sólo una vez que tengamos la idea clara sobre cuáles son nuestras necesidades y las ventajas que esperamos obtener tras la implantación tecnológica, deberemos ponernos en contacto con los proveedores potenciales para evaluar, entonces, soluciones y propuestas específicas.
Nos ponemos como ejemplo
Se me ocurren muchos ejemplos de soluciones tecnológicas que han cambiado los modelos de trabajo en las empresas, ya sean ERP, aplicativos CRM, y como no, soluciones HRIS, entre otras muchas. Y, dentro de las soluciones de gestión de Recursos Humanos, claramente la que mejor conocemos es Cezanne HR, básicamente, porque es la que hemos desarrollado y con la que trabajamos a diario.
Se trata de un software creado y evolucionado sólo para responder al crecimiento del nuevo paradigma de trabajo inteligente. Gracias a la tecnología cloud, se puede trabajar con ella las 24 horas del día desde cualquier lugar del mundo que tenga una conexión a Internet -algo relativamente sencillo a día de hoy-. Por otra parte, el uso del lenguaje de programación HTML 5 permite elegir el dispositivo desde el que se quiere acceder a la solución. ¿Te parece poco? Pues además de todo, existe la aplicación móvil para que el usuario pueda enviar y/o recibir las solicitudes de vacaciones y ausencias, hacer verificación de datos, gestionar las notas de gastos, …
Cristina Del Amo
Soy periodista, empresaria, emprendedora y madre. Licenciada en Ciencias de la Información por la Univ. Complutense de Madrid y Máster en Gestión Comercial y Marketing, por la Escuela de Negocios ESIC, mi trayectoria profesional está ligada al entorno de la comunicación, la gestión empresarial y los recursos humanos.