Ah, la tristeza post-navideña. Atrás quedan las celebraciones familiares y el acogedor ambiente navideño, y de vuelta el ajetreo y el bullicio de la rutina laboral.

Pasar de la euforia de las fiestas al trabajo, después de Navidad, puede parecer una montaña rusa. Por un lado, seguramente querrás empezar el nuevo año con «las pilas cargadas», preparado para los retos que se avecinan. Pero, por otro, puede que experimentes la «depresión postvacacional» y te sientas un poco «apagado» con todo.

Sin embargo, te aseguro que no serás la única persona que se sienta así. Por ello, el comienzo del año representa una oportunidad ineludible para que los responsables de RR.HH. y la dirección analicen qué pueden hacer para impulsar la empresa hacia el éxito y el crecimiento en los meses venideros, mientras se sacuden esa fastidiosa melancolía postvacacional.

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Pero no me refiero sólo a los típicos «propósitos» de año nuevo, ¡que todos sabemos que probablemente los incumplas antes de que llegue Carnaval! Se trata más bien de pensar en cómo crear hábitos o comportamientos duraderos que impulsen el éxito. Por ejemplo, en su libro «Confidence», la profesora de la Harvard Business School Rosabeth Moss Kanter afirma que son las relaciones positivas las que sientan las bases de los resultados positivos.

Así que, con esto en mente, he aquí algunas de sus sugerencias sobre lo que los líderes empresariales y los responsables de RR.HH. deben hacer para empezar a impulsar el éxito.

Empezar el 2024 con buen pie

Analiza el clima de la empresa

Observar lo que ocurre a tu alrededor y «tomar la temperatura» de la empresa es un primer paso importante. En su libro, Moss-Kanter destaca las señales de advertencia del «cambio en la dirección equivocada». Entre ellas se encuentran el declive de la comunicación y el repliegue sobre sí mismos de los empleados, así como el aumento de las críticas y los reproches, y el creciente aislamiento de las personas en sus funciones.

Si te das cuenta de que están surgiendo rivalidades internas, de que se aceptan rutinariamente los malos resultados y de que la gente está dejando de tomar la iniciativa, ¡actúa! Con el enfoque adecuado, es posible cortar de raíz la negatividad y cambiar a una cultura positiva y orientada al éxito.

Mantén abiertas las líneas de comunicación

Asegúrate de que todo el mundo sabe lo que está pasando en la empresa y habla con la gente abierta y honestamente sobre los retos y oportunidades que se avecinan. No te centres únicamente en el diálogo descendente. Facilita que la gente de toda la empresa haga preguntas, hable entre sí, comparta información y resuelva problemas conjuntamente.

Hay mucha tecnología disponible para facilitar este estilo de trabajo más colaborativo, incluidas las plataformas de software de RR.HH. de última generación. Por lo tanto, infórmate de todo lo que hay disponible y de cómo puede ayudaros a comunicarse de forma más eficaz.

Hacer hincapié en la responsabilidad personal

Es fácil caer en un círculo vicioso en el que todo el mundo culpa a los demás cuando algo va mal o no se alcanzan los objetivos. No escuches los ataques a los demás y anima a cada uno a asumir su parte de responsabilidad en el problema.

Elogia cuando se debe…

El reconocimiento de un trabajo bien hecho o incluso un simple «gracias» pueden servir de mucho. Felicita en público y con frecuencia a los que cumplen las normas y hacen un buen trabajo. Del mismo modo, hay que identificar a los que no rinden bien y ayudarles a encontrar formas de mejorar sus competencias y su enfoque del trabajo.

Una forma eficaz de ayudar a que florezca una cultura positiva es introducir un sistema de reconocimiento entre compañeros. Se trata de métodos muy sencillos para fomentar culturas positivas en el lugar de trabajo. También son vitales para mejorar los índices de atracción y retención de personal y aumentar el sentimiento de satisfacción laboral de los empleados. Lee más sobre ellos aquí.

… y recompensa la iniciativa

Los empleados de primera línea son los más indicados para descubrir formas diferentes de hacer las cosas. Anima a las personas de todos los niveles de la empresa a ser innovadoras y dales tiempo y recursos para trabajar en nuevas ideas.

Proporciona la visión global

Hacer hincapié en los objetivos comunes es una buena manera de unir a la gente y conseguir que todos tiren en la misma dirección. Asegúrate de que todo el mundo entiende lo que la empresa quiere conseguir y ve cómo su contribución personal puede marcar la diferencia.

Ayudaos mutuamente

En su libro, Moss Kanter sugiere que reducir las desigualdades y las diferencias de «estatus» puede contribuir mucho a crear un entorno positivo. Anima activamente a los directivos más veteranos y experimentados a orientar a los demás y asegúrate de que las oportunidades de aprendizaje y desarrollo no sólo estén al alcance de unos pocos elegidos.

Asegúrate de que los recursos se distribuyen de la forma más equitativa posible, para que determinados equipos o departamentos no se sientan olvidados, o explica abiertamente por qué se han tomado decisiones relacionadas con los recursos. Fomenta el sentimiento de unidad animando a la gente a compartir servicios y a embarcarse en proyectos conjuntos.

Eleva las aspiraciones

Una actitud de «todo es posible» puede contribuir mucho a fomentar el éxito. Como empresa, no temas hablar de los grandes objetivos o plantear la perspectiva de competir con empresas más grandes y consolidadas. Utiliza las pequeñas victorias para demostrar que hay potencial para conseguir mayores éxitos en el futuro.

Establece objetivos ambiciosos

Fija a los empleados objetivos ambiciosos y realistas, y ayúdalos a alcanzarlos con el aprendizaje y el desarrollo adecuados. Si los empleados participan en la fijación de sus propios objetivos de desempeño, es mucho más probable que los asuman y trabajen para alcanzarlos.

Refuerza los aspectos positivos

Por último, toda empresa tiene sus «detractores». Las personas que se cierran a las nuevas ideas e insisten en que los nuevos enfoques nunca funcionarán. Trata de ignorar las voces negativas y refuerza constantemente lo positivo. Repasar la llamada «Teoría del empujón» es una forma de cambiar indirectamente los comportamientos y actitudes para mejor. Demuestra a la gente que, con la actitud adecuada, siempre es posible un cambio a mejor.

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Carlos Aranda

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