Vivimos momentos críticos. La coyuntura económica a nivel nacional e internacional repercute, inevitablemente, en el reajuste de los presupuestos corporativos. En realidad, la crisis financiera impacta sobre todos nosotros. Personalmente,  llenar el depósito del coche me da pánico. O cuando llega la factura de la luz, me dan ganas de salir corriendo.

Los artículos de primera necesidad también se han encarecido. Ahora hay que mirar hasta el último céntimo para llegar a fin de mes. En el entorno empresarial pasa lo mismo. Una de las consecuencias más visibles de la dichosa inflación es que podría frenar el crecimiento de las empresas. La inflación actúa como si fuera un ancla para el desarrollo empresarial. Debilita el poder adquisitivo de los consumidores. Y perjudica las finanzas de los negocios y su capacidad para invertir.

empleados motivados

Menos inversión para incentivar el compromiso de los empleados

El aumento de los costes empresariales plantea una especie de dilema a los empresarios. Por un lado, hay que vigilar los gastos. Pero, por otro, hay que asegurar y fidelizar el talento.  Mantener a las empleados motivados. Y comprometer a las personas más valiosas con el proyecto porque son ellas las que harán que la empresa prospere.

De hecho, incluso cuando la situación financiera -en términos generales- no esté “para lanzar cohetes”, las personas deben estar reconocidas. Y recompensadas correctamente. De hecho, la mayoría de los empleados creen que una buena estrategia de remuneración y reconocimiento puede mejorar el vínculo empresa-empleado.

Entonces, ¿qué pueden hacer las empresas para mantener a los empleados motivados? ¿cómo pueden impulsar el sentimiento positivo?, ¿qué estrategias ayudarán a mantener a la gente entusiasmada y comprometida si no se les puede pagar más?

Una forma más sutil de mantener el compromiso de los empleados

Por suerte para las empresas preocupadas por los costes, el reconocimiento o los incentivos no tienen por qué depender únicamente de las recompensas económicas. Hay otras formas más sutiles de mantener a las personas centradas en la tarea que tienen entre manos. Y hacer que se sientan reconocidas y valoradas por su esfuerzo. Por ejemplo…

Impulsar el trabajo flexible

El trabajo en remoto o la flexibilidad laboral no siempre es una opción para todas las empresas. Pero, está claro que los empleados lo ven, cada vez más, como un beneficio adicional. Una ventaja sobre los modelos convencionales, basados en el presentismo.

Si puedes ofrecer a los empleados flexibilidad de horarios u opciones de homeworking hazlo. Por su parte, RRHH podría liderar su implementación. Y facilitar e, incluso, promocionar estas iniciativas. Esto se convertirá un plus para el área de gestión de personas. Bueno, en realidad, será un plus para toda la organización.

Así, una de las cosas mas sencillas que RRHH puede  hacer para trabajar en esta dirección es asegurarse de que los directivos apoyan estas iniciativas. Y garantizar que las políticas y procesos relacionados con la flexibilidad laboral y el trabajo en remoto son claros y transparentes. Es una buena forma de empezar a trabajar para mantener a los empleados motivados.

Elogiar y animar con regularidad

Ofrecer apoyo y comentarios positivos es una herramienta de motivación muy poco utilizada. Por supuesto que la gente no quiere sentirse vigilada constantemente. Pero, si tú, como directiv@, sabes que alguien está trabajando duro o que se le ha encomendado una tarea especialmente difícil, no está de más echarle un vistazo de vez en cuando. Comprobar su progreso, ver cómo le va u ofrecer tu ayuda, no es lo mismo que vigilarle. Este tipo de apoyo y reconocimiento es especialmente efectivo para quienes trabajan a distancia. O en horarios poco convencionales.

No escatimar en gestos amables

La amabilidad se transmite tanto con las palabras como con las acciones. Y, a veces, el simple hecho de ofrecer un café puede animar a las personas que empiezan a “flaquear”.

Es una parte sencilla y cotidiana de la buena gestión del rendimiento que tiende a pasarse por alto. Generalmente porque todo el mundo está ocupado, gestionando sus propias prioridades. Y se olvida de lo importante que es retroalimentar, reafirmar o elogiar a sus equipos para mantener a los empleados motivados.

Aprovechar las comunicaciones internas

Reconocer públicamente la contribución de los demás al éxito de una empresa -o de un equipo- puede hacer maravillas en la moral. Acostúmbrate a reconocer el mérito de los demás a través de tus comunicaciones internas. O en los espacios de trabajo compartidos. Y demuéstrale a la gente que su trabajo bien hecho y su implicación no pasan desapercibidas.

Las comunicaciones internas también pueden ayudar a impulsar la colaboración, especialmente si los empleados no trabajan todos en el mismo sitio. O si trabajan en horarios diferentes. La información que fluye libre y abiertamente entre los compañeros estimula el esfuerzo de colaboración. Además, mejora el intercambio de conocimientos. Y proporciona a los empleados acceso a la experiencia de otras personas que podría ayudarles a hacer mejor su trabajo.

Personalizar las recompensas

Las recompensas pequeñas, pero personalmente significativas, pueden dar en el clavo cuando se trata del compromiso efectivo de los empleados. Un vale descuento o una invitación para el estreno del último musical o una botella de vino, entregados al final de un proyecto exitoso pueden dar a la gente un verdadero impulso. El valor nominal puede ser pequeño. Pero el gesto será apreciado. Y hará que el destinatario vea su negocio con otros ojos.

Pero, como digo, la clave está en hacerlo personal. No tiene sentido regalar a alguien una botella de vino, si no bebe. Tomarse la molestia de averiguar lo que, de verdad, le gusta a la gente es una forma estupenda de establecer relaciones con tu equipo. Y hacer que todos sientan que son mucho más que un «número» para la empresa.

Ayudar a desarrollar las carreras

La oportunidad de aprender y desarrollar nuevas habilidades es también una gran manera de aumentar el compromiso de los empleados. Y mantener a la gente entusiasmada, en lugar de desanimada.

Esto no tiene por qué significar que el personal participe en costosos programas de formación. Dejar que los empleados pongan a prueba sus habilidades en un nuevo proyecto u ofrecerles la oportunidad de acompañar o aprender de un compañero más veterano son dos formas estupendas de fomentar la competencia y la confianza.

 

Cristina Del Amo author image

Cristina Del Amo

Soy periodista, empresaria, emprendedora y madre. Licenciada en Ciencias de la Información por la Univ. Complutense de Madrid y Máster en Gestión Comercial y Marketing, por la Escuela de Negocios ESIC, mi trayectoria profesional está ligada al entorno de la comunicación, la gestión empresarial y los recursos humanos.