Año nuevo, nuevos horizontes, nuevas oportunidades… Seguro que has oído miles de veces el tópico de que el inicio del año es un tiempo de reinvención y esperanza. Pero, la verdad es que, enero es uno de los meses más “sombríos” del año. La cuesta de enero se ve con demasiada pendiente al menos, hasta el día 31.

La combinación de un tiempo frío, días grises y cortos, la “crisis” postvacacional y las deudas derivadas de las compras navideñas, converge en la tradicional cuesta de enero. Y, desde luego, para mí, tiene todo el sentido del mundo.

cuesta de enero en el trabajo

Sin embargo, no todo es lo que parece…

Según la RAE, la cuesta de enero es el período de dificultades económicas que coincide con este mes a consecuencia de los gastos extraordinarios hechos durante las fiestas de Navidad.

Y, aunque, no cabe duda de que todos podemos sentirnos algo desanimados y con poca energía después de las fiestas.O, incluso, con problemas económicos para llegar a fin de mes. Lo cierto es que la cuesta de enero está cada vez más interiorizada. Y, por ende, pasa más desapercibida. Ahora bien, esto no significa que la cuesta de enero pueda ignorarse.

La cuesta de enero puede no existir, pero no debes ignorarla

El hecho de tenerlo interiorizado no significa que el primer mes del año no sea duro para la gente. Generalmente todos estamos un poco más bajos de moral en enero. Y, este año no va a ser diferente. Imagínate:  la subida del coste de la vida, la crisis energética, o, incluso, el mero hecho de estar en pleno invierno puede hacer que los empleados acusen más el agotamiento, el estrés o, los problemas relacionados con la salud mental.

Así que, con el bienestar y la productividad de los empleados, potencialmente en juego, ¿Qué puede hacer RRHH para ayudar a superar estos momentos difíciles?

– Promover los encuentros informales con los compañeros

Anima a tus empleados a reservar algo de tiempo para ponerse al día sobre asuntos no relacionados con el trabajo. Esto ayudará a subir la moral de los empleados. Y les proporcionará algunos de esos beneficios sociales que podrían estar echando en falta.

Además, las conversaciones informales no tienen por qué limitarse al propio equipo. Las reuniones presenciales o virtuales entre áreas pueden ayudar a fortalecer las relaciones en el lugar de trabajo, especialmente si son muchos los empleados que trabajan en remoto o fuera de la empresa. Si empiezas a hacerlo a principios de año, rebajarás la pendiente de la cuesta de enero.

– Fomentar la reserva de vacaciones

Asegurarse de que el software de RR.HH. actualiza los días pendientes de vacaciones. Enviar esta información a la plantilla es una manera fácil de vencer la tristeza. Y, también es una forma de darle a la gente un aliciente. La posibilidad de ausentarse del trabajo para reponer fuerzas, y disfrutar de unas vacaciones, aunque sean cortas, puede ser justo lo que necesitan algunos empleados para cargarse de nuevo de energía.

– Repartir positividad por doquier

Los managers deben impulsar a su gente con comentarios positivos cuando proceda. Deben hacerlo siempre, es decir, durante todo el año. Pero, hacerlo en enero puede ser especialmente beneficioso.

Asegurarse de que la gente se siente valorada y reconocida puede cambiar, por completo, su actitud frente al trabajo. Por ello, anima a los managers y jefes de equipo de tu organización a ser más positivos, especialmente, durante este período. Recalcar la manera en la que el trabajo individual contribuye al conjunto del equipo o, incluso, de la organización, es otra forma sencilla, pero muy eficaz de implicar a las personas. Ya sabes, hacerles saber que son importantes y no solo “una pieza más de la máquina”.

– Mantener un diálogo abierto sobre la salud mental

Es normal sentirse un poco deprimido. Especialmente en un momento en el que estamos saturados de noticias negativas. La salud mental se ha convertido, con razón, en una prioridad para muchas organizaciones. Y, es importante que esta concienciación se mantenga a lo largo de todo el año, no solo durante el mes de enero.

Aprovecha el debate, en torno a la cuesta de enero para hablar sobre salud mental con la plantilla. También es un buen momento para reconsiderar las estrategias de la empresa en materia de salud y bienestar. Evalúa desde la recopilación de los recursos e información que incluyes en el portal de RRHH, hasta la posibilidad de incorporar la concienciación sobre salud mental en la formación de los managers, si es que, aún no lo has hecho. Incluso, quién sabe, si introducir la figura del “socorrista de la salud mental”, podría ser una buena idea, ¿no te parece?

Por supuesto, estas cosas llevan su tiempo. Y no se resolverán de un día para otro. Pero la cuesta de enero te puede servir como “recordatorio” para hacer de la salud mental una prioridad. Puedes consultar la información que publica la OMS sobre salud mental en el trabajo. Aquí te dejo un ejemplo.

– Impulsar la proactividad para luchar contra el Trastorno Afectivo Estacional (TAE)

Para algunos empleados, la cuesta de enero puede ser un indicio de un problema mayor. Problema como el Trastorno Afectivo Estacional (TAE). Por supuesto, no puedes alargar las horas de luz en enero. Pero sí puedes introducir pequeños cambios que pueden suponer una gran diferencia para los empleados con TAE.

Apostar por la flexibilidad es una buena manera de empezar. Horarios más flexibles y adaptados a las circunstancias personales, o animar a la gente a que disfrute de parte de sus vacaciones durante este período de tiempo puede mejorar la salud mental de los empleados, especialmente, las personas más susceptibles al invierno. Aquí tienes más información sobre el TAE y cómo afrontarlo.